¿Qué añadir a la ensalada? (I)

Vamos a empezar a analizar por parte ese alimento que, bien aprovechado, puede ser constitutivo de un buen almuerzo. ¡Hablemos de las ensaladas!

Batavia, rúcula, escarola, canónigos, endivia, cogollos... dentro de las que todos conocemos como comúnmente lechugas nos encontramos un sinfín de tipos que bien combinadas pueden dar un resultado sabroso y hasta vistoso.

La ensalada, compuesta por un 92% de agua, es muy poco calórica, tanto es así que únicamente aporta 13 kcal. por cada 100g. En el 8% restante se incluyen las vitaminas de todos los grupos, los minerales, los oligoelementos y hasta clorofila, que es un magnífico antioxidante.

Contrariamente a los que muchos piensan, nutricionalmente hablando las ensaladas de hojas pueden llegar a tener un buen número de vitaminas, pero las hojas verdes del exterior son las que contienen más cantidad de vitamina C, provitamina A y clorofila.

Por tanto, una vez presentadas las lechugas, de momento vamos a hacernos una sencillísima ensalada de hojas variadas. Añade unas cuantas hojas de cada tipo juntas y aliñálas a tu gusto. Saciante, sana y rica en vitaminas. ¿Qué más se puede pedir?

Nota al margen: ten cuidado al tomarla de noche, algunas hojas como la escarola son mucho más difícil de digerir y pueden causarte molestias al dormir.